viernes, 21 de agosto de 2009

EL TESTIMONIO DE SAN IRINEO DE LYON





SAN IRINEO DE LYON CERCA DE LOS AÑOS 180 ESCRIBE CONTRA LOS HEREJES DE SU TIEMPO LAS SIGUIENTES PALABRAS :

“Así pues, la tradición de los apóstoles, que ha sido manifestada en el mundo entero, puede ser percibida en toda la Iglesia por todos aquellos que quieren ver la verdad. Y nosotros podemos enumerar los obispos que fueron establecidos por los apóstoles en las Iglesias y sus sucesores hasta nosotros. Ellos no enseñaron ni conocieron nada que se pareciera a las 
imaginaciones delirantes de estos hombres.

En efecto, si los apóstoles hubieran conocido los misterios secretos y hubieran enseñado a los perfectos separadamente e ignorando los demás, hubieran comunicado también esos mismos misterios sobre todo a los que habían encomendado las Iglesias. Porque querían que fuesen totalmente perfectos e 
irreprensibles aquellos que dejaban como sucesores suyos: A quienes transmitían también su propia misión de enseñanza, para que fuese de gran provecho a los que desempeñaran su cargo correctamente, y en cambio fuese el mayor infortunio para los que faltaran.

Mas, como seria demasiado largo en una obra como esta enumerar las sucesiones de todas las Iglesias, indicamos solamente la de una de ellas, la de la iglesia más grande, más antigua y conocida de todos, que la fundaron y establecieron en Roma los mas gloriosos apóstoles Pedro y Pablo; mostrando que la tradición que posee de los apóstoles y la fe que ella anuncia a los hombres llega hasta nosotros por la sucesión de obispos; nosotros confundimos a todos aquellos que de cualquier manera que sea, o bien por propia
complacencia, o por gloria vana, por ceguera y error doctrinal, constituyen grupos ilegítimos; porque con esta Iglesia, a causa de su origen mas excelente, debe necesariamente estar de acuerdo toda la iglesia, es decir, los fieles de todas partes en ella, por medio de las gentes que son de todas partes, se ha conservado siempre la tradición que viene de los apóstoles.

Por tanto, después de haber fundado y edificado la Iglesia, los 
bienaventurados apóstoles entregaron a Lino la dignidad del episcopado: Pablo hace mención de Lino en sus cartas a Timoteo. Le sucede Anacleto, después de él, en tercer lugar a partir de los apóstoles el episcopado corresponde en suerte a Clemente. El cual había visto a los apóstoles mismos y se había relacionado con ellos; y, como tenia todavía la predicación apostólica sonando en sus oídos y la tradición ante sus ojos no estaba solo: porque todavía quedaban entonces muchos que habían sido adoctrinados por los apóstoles...”

( TOMADO DE SU OBRA 
ADVERSUS HAERESIS LIBRO III 3.1-3.3 ) “OBRA QUE SE GUARDA INTACTA HASTA NUESTROS DIAS” POR MAS DE 1900 AÑOS. Y QUE CUALQUIER PERSONA CULTA PUEDE LEER VISITANDO CUALQUIER BIBLIOTECA PUBLICA

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