martes, 25 de agosto de 2009

INFIERNO Y PURGATORIO; EXISTEN?


El Infierno es una de las realidades más cuestionadas y atacadas, tal vez por un mecanismo de evasión del justo castigo que espera a los que ofendamos a Dios y dejemos de aprovechar la oportunidad y las oportunidades que El mismo nos da de arrepentirnos para perdonarnos, y así poder llegar, no al Infierno, sino al Cielo.

Respecto del Infierno hay errores muy difundidos: unos creen que el Infierno no existe. Otros creen que sí existe, pero que allí no va nadie, aduciendo que Dios es infinitamente bueno. Pero no hay que olvidar que Dios es, al mismo tiempo, infinitamente justo. Recordemos, también, que el propio Jesucristo nos habló en varias ocasiones sobre la posibilidad que tenemos de condenarnos. Y no sólo nos habló de esa posibilidad, sino que, además, varias veces nos describió ese lugar de castigo eterno. He aquí algunas descripciones por boca de Jesús:

“Los malvados ... los arrojará en el horno ardiente. Allí será el llanto y el rechinar de dientes” (Mt. 13, 42). “Y a ese servidor inútil échenlo en la oscuridad de allá afuera: allí habrá llanto y desesperación” (Mt.25,30). “Malditos: aléjense de Mí, al fuego eterno” (Mt. 25, 41).

Coinciden los Teólogos en que la más horrenda de las penas del Infierno es la pérdida definitiva y para siempre del fin para el cual hemos sido creados los seres humanos: la posesión y el gozo de Dios, viéndolo “cara a cara”. Ya que únicamente Dios puede satisfacer el ilimitado deseo de felicidad que El mismo ha puesto en nuestra alma para ser satisfecho sólo por El, puede comprenderse cuán grande puede ser la pena de no poder disfrutar de lo que se denomina la Visión Beatífica. Para resumir esta pena en palabras de San Agustín, “es tan grande como grande es Dios”.

Otro de los tormentos del Infierno es el sentido de eternidad. Es un sitio de fuego, pero es un fuego distinto al que conocemos en la tierra, pues afectará nuestra alma y nuestro cuerpo, pero no nos destruirá. Es un fuego que no se extingue, ni extingue, sino que es eterno, sin descanso, sin tregua, sin fin ... para siempre ... “El fuego no se apaga, pues han de ser salados con fuego”, nos dijo Jesucristo (Mc. 9, 48-49). Significa esto que el fuego funciona como la sal: es un fuego que conserva y que penetra todo nuestro ser, pues cuerpo y alma recibirá el tormento del infierno.

Y estos horrores del Infierno no deben servir para desviar la atención. Los horrores del infierno no son para que pensemos ¡qué malo es Dios! sino para darnos cuenta del horror del pecado.

El Infierno es una realidad innegable. De hecho, el Infierno es de creencia obligatoria para los Católicos, y es de los dogmas de nuestra fe que presenta mayor número de textos de la Sagrada Escritura que lo sustentan, en los cuales por cierto aparece con diferentes nombres (abismo, horno de fuego, fuego eterno, lugar de tormentos, tinieblas exteriores, gehena, muerte segunda, fuego inextinguible etc.). En resumidas cuentas, el Infierno forma parte, junto con el Cielo y el Purgatorio, de las opciones que nos esperan después de esta vida terrena.

La Voluntad de Dios es que todos los hombres lleguen a disfrutar de la Visión Beatífica. Dios no predestina a nadie al Infierno. Para que alguien se condene es necesario que tenga una aversión voluntaria a Dios, un enfrentamiento o una rebeldía contra El y, además, que persista en esa actitud hasta el momento de la muerte (cfr. CIC #1037).

Hemos nacido y vivimos en esta tierra para pasar de esta vida a la eternidad. Y allí habrá o “Vida Eterna” en el Cielo, al que podemos llegar directamente o pasando antes por un tiempo de purificación en el Purgatorio ... o habrá “muerte eterna” en el Infierno.



Y EL PURGATORIO EXISTE ?


La doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra fundamento en la Biblia, cuando esta se sabe interpretar correctamente:

El texto del 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte.

(Judas Macabeo) efectuó entre sus soldados una colecta... a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado... Pues... creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren en gracia de Dios... Ofreció este sacrificio por los muertos; para que fuesen perdonados de su pecado.

Los protestantes no reconocen que este libro es parte de la Biblia porque Lutero lo quitó de su Biblia precisamente porque él sabía que se refería al purgatorio.

Sin embargo el Nuevo Testamento hace referencia a 2 Macabeos. Por ejemplo, Hebreos 11,35

"Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor"

Los únicos que en el Antiguo Testamento a quienes se aplica este pasaje es a los mártires macabeos, que fueron torturados por conseguir la resurrección (2 Mac. 7:11, 14, 23, 29, 36).

Asimismo las palabras de nuestro Señor:

El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo, ni en el otro. Mt 12,32.

Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. Lucas 12,58-59

En estos pasajes Jesús hace referencia a un castigo temporal que no puede ser el infierno ni tampoco el cielo.

Se llega a semejante conclusión en la carta de San Pablo, 1 Corintios 3, 12-13:

Pues la base nadie la puede cambiar; ya está puesta y es Cristo Jesús. Pero, con estos cimientos, si uno construye con oro, otro con plata o piedras preciosas, o con madera, caña o paja, la obra de cada uno vendrá a descubrirse. El día del Juicio la dará a conocer porque en el fuego todo se descubrirá. El fuego probará la obra de cada cual: si su obra resiste el fuego, será premiado; pero, si es obra que se convierte en cenizas, él mismo tendrá que pagar. El se salvará, pero como quien pasa por el fuego".

De manera que hay un fuego después de la muerte que, diferente al del infierno, es temporal. El alma que por allí pasa se salvará. A ese estado de purgación le llamamos el "purgatorio".

1 Cor 15,29: "De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?"

La palabra "bautismo" es utilizada aquí como una metáfora para expresar sufrimiento o penitencia (Mc 10,38-39; Lc 3,16; 12,50). Pablo escribe sobre una práctica entre los cristianos de "bautizarse" por los difuntos. El no la condena, si no que la exalta como válida porque demuestra fe en la resurreción.

Compare 1 Cor 15,29 con 2 Macabeos 12,44 y verá la similitud.

TUVO LA VIRGEN MARIA MAS HIJOS?



LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA SIEMPRE HA SOSTENIDO QUE MARÍA, LA MADRE DE JESÚS ES SIEMPRE VIRGEN. VEAMOS COMO ANALIZANDO LOS TEXTOS BÍBLICOS SE HA LLEGADO A ESTA CONCLUSIÓN.

PRIMERO VEAMOS LOS ARGUMENTOS QUE LOS HERMANOS SEPARADOS USAN PARA CREER QUE MARÍA NO ES VIRGEN Y DEMOSTREMOS SU FALSEDAD...

1- “Y NO TUVO RELACIÓN CON JOSÉ HASTA QUE NACIÓ JESUS” ( 
MAT 1,25 ) SEGÚN ELLOS ESTE TEXTO QUIERE DECIR QUE DESPUÉS SI LA CONOCIÓ O LO QUE ES LO MISMO DESPUÉS DE QUE NACIÓ JESÚS SI TUVIERON RELACIONES SEXUALES.

“ HASTA QUE” NO SIGNIFICA QUE DESPUÉS SI HUBO RELACIONES, LO QUE QUIERE DECIR ES QUE HASTA QUE NACIÓ JESÚS NO LAS HUBO, HABLA DE LO QUE NO OCURRIÓ HASTA ESE MOMENTO NO DE LO QUE SI OCURRIÓ DESPUÉS. ENTENDIDO.

VEAMOS UN EJEMPLO: 
MIKOL HIJA DE SAUL NO TUVO HIJOS “HASTA” EL DÍA DE SU MUERTE” ( 2 SAMUEL 6,23 ) QUIERE DECIR QUE DESPUÉS DE MUERTA SI TUVO? EVIDENTEMENTE QUE NO.

2- “ Y DIO A LUZ A SU HIJO PRIMOGÉNITO Y LO ENVOLVIÓ EN PAÑALES” ( 
LUC 2,7 ) Y DICEN LOS HERMANOS SEPARADOS : “ VISTO DICE PRIMOGÉNITO OSEA QUE DESPUÉS TUVO MAS HIJOS”

RESPUESTA: PARA LA BIBLIA PRIMOGÉNITO Y UNIGÉNITO ES LO MISMO ( NÚMEROS 18,15 ) ( ÉXODO 12,29-30 ) O LO QUE ES LO MISMO LA BIBLIA QUIERE ACLARAR QUE FUE EL PRIMER NACIDO SIN IMPORTAR SI DESPUÉS HUBO O NO MAS HIJOS. TAMBIÉN ES UN TITULO RECORDEMOS COMO 
ESAU VENDE SU PRIMOGENITURA POR UN PLATO DE LENTEJAS A JACOB.

3- “MIENTRAS JESÚS HABLABA A LA MUCHEDUMBRE SU MADRE Y SUS HERMANOS ESTABAN DE PIE AFUERA, PUES QUERÍAN HABLAR CON EL” ( 
MAT 12,46 ) Y ESTE TEXTO REPRESENTA EL PLATO FUERTE PARA LOS ENEMIGOS DE MARÍA Y DE LA IGLESIA CATÓLICA DICEN ELLOS : “VEN COMO JESÚS SI TENIA HERMANOS”

PRIMERO DIGAMOS QUE EN HEBREO Y ARAMEO “HERMANO” TIENE UN SIGNIFICADO MAS AMPLIO QUE EN NUESTRO IDIOMA, SE USA PARA TODA CLASE DE PARENTESCO, PRIMO, SOBRINO, TÍO, CUÑADO, DEL MISMO PUEBLO, Y PARA SEÑALAR AL PRÓJIMO EN GENERAL, ETC ETC, VEAMOS UNOS EJEMPLOS:

“EN AQUEL TIEMPO DAVID REUNIÓ A LOS HIJOS DE 
ARON Y A SUS HERMANOS, CIENTO VEINTE” ( 1 CRO 15,4 )

“UNO DE AQUELLOS DÍAS PEDRO SE PUSO DE PIE EN MEDIO DE LOS HERMANOS QUE ERAN ALREDEDOR DE CIENTO VEINTE” ( HECHOS 1,15 )

Y VAMOS A PENSAR QUE TODOS ELLOS ERAN HIJOS DE LA MISMA MADRE ?

OTRO EJEMPLO ES QUE 
ABRAHAM, TÍO DE LOT ( GEN 11,27 ) LO LLAMA HERMANO EN( GEN 13,8 ) “EN REALIDAD SON TÍO Y SOBRINO”

TAMBIÉN PABLO LLAMA HERMANOS A TITO Y 
EPAFRODITO ( 2 COR 2,13 ) ( FIL 2,25 ) CUANDO EN REALIDAD SOLO SON “SUS HERMANOS EN LA FE”

EN FIN LA EXPRESIÓN: “HERMANOS DE JESUS” DE NINGUNA MANERA SIGNIFICA QUE SEAN “HIJOS DE MARÍA.”

AHORA VEAMOS PORQUE LOS CATÓLICOS ROMANOS DECIMOS QUE 
MARIA FUE SIEMPRE VIRGEN...!


1- “HE AQUÍ QUE LA VIRGEN ESTA EMBARAZADA Y DARÁ A LUZ UN HIJO AL QUE LE LLAMARAN 
EMANUEL QUE SIGNIFICA DIOS CON NOSOTROS” ( ISAIAS 7-14 )

EN EFECTO LA SEÑAL PROMETIDA SERIA QUE LA VIRGEN DARÍA A LUZ A UN HIJO.

LOS JUDÍOS CONOCERÍAN A JESÚS HASTA QUE ESTE FUERA ADULTO, Y ¿COMO IBAN A CREER LOS JUDÍOS ( COMO 
EVIDENTEMENTE MUCHOS CREYERON Y SE CONVIRTIERON ) SI AL PREGUNTARSE SOBRE EL ORIGEN DE JESÚS DIRÍAN:

"
ISAIAS REVELO QUE VENDRÍA DE UNA VIRGEN Y MARIA TIENE YA CUATRO O SEIS HIJOS MAS" ?

NATURALMENTE QUE NO IBAN A CREER QUE EL ERA EL MESÍAS.

"LO QUE SI OCURRIÓ Y MUCHOS SE CONVIRTIERON"

2- CUANDO LA BIBLIA HABLA DE LA FAMILIA DE 
NAZARETH SE MENCIONAN A JESÚS, MARIA Y JOSÉ. NUNCA HABLA DE OTROS “DE SUS HERMANOS” ( LUC 2, 41-51 ) ¿DONDE ESTABAN PUES LOS HERMANOS DE JESÚS CUANDO ESTE SE PERDIÓ EN EL TEMPLO, O EN LAS BODAS DE CANA, O EL DÍA DE LA CRUCIFIXIÓN? SIMPLEMENTE NO LOS MENCIONA PORQUE NO LOS HUBO !

3- “NO ES ESTE EL HIJO DEL CARPINTERO” ( 
MAT 13,55 ) FÍJENSE QUE LA BIBLIA LO LLAMA “EL HIJO DEL CARPINTERO” NO DICE: “UNO DE LOS HIJOS DEL CARPINTERO” SIMPLEMENTE PORQUE NO LOS HABÍA.

4- “MUJER AHÍ TIENES A TU HIJO, HIJO HE AHÍ A TU MADRE” JESÚS ANTES DE MORIR ENCARGA A JUAN EL CUIDADO DE MARIA” ( 
JN 19,25-27 ) Y PORQUE SE LA DEJA A UN EXTRAÑO SI TENIA MAS HIJOS ? SENCILLO NO HABÍA MAS HERMANOS !

5- SIEMPRE QUE LA BIBLIA RELATA EL ANUNCIO DE ALGÚN NACIMIENTO SIEMPRE SE TRATA DE HIJOS UNICOS” ASÍ POR EJEMPLO ISAAC ES HIJO ÚNICO, SANSÓN ES HIJO ÚNICO, JUAN ES HIJO ÚNICO, Y TODOS ELLOS SON FIGURAS DE CRISTO ! COMO ES POSIBLE PENSAR QUE SI JESÚS ES MAS QUE TODOS ELLOS; NACERÍA ACOMPAÑADO DE MAS HERMANOS ! ES ABSURDO !

Y POR ULTIMO DICEN LOS HERMANOS SEPARADOS QUE "AUN CUANDO 
MARIA NO HAYA TENIDO RELACIONES CON JOSÉ, NI HAYA PARIDO OTROS HIJOS, ELLA PERDIÓ SU VIRGINIDAD AL MOMENTO DE NACER JESÚS, PUES ESTE NACIÓ COMO TODOS LOS NIÑOS ATRAVESANDO Y ROMPIENDO EL HIMEN DE MARIA" !

ES INIMAGINABLE A QUE PUNTO LLEGA EL ODIO DE LOS PROTESTANTES POR LA MADRE DE DIOS ! HASTA EL PUNTO DE BLASFEMAR DE ESTA MANERA !

A ESTE 
RAZONAMIENTO ABSURDO Y BOBO SOLO SE PUEDE RESPONDER DE LA MISMA MANERA: “DIOS ES TAN PODEROSO QUE PUEDE HACER PARIR A CUALQUIER HOMBRE SIN MATRIZ Y DEJARLO VIRGEN”

POR LO TANTO... 
MARIA FUE SIEMPRE VIRGEN !

ESTE FUE SIEMPRE EL SENTIR DE LA IGLESIA Y DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS DESDE UN PRINCIPIO ! ...SOLAMENTE HASTA EL AÑO 380 D.C UN TAL “ELVIDIO” 
COMENZO A DECIR QUE LOS “HERMANOS DE JESUS” ERAN “HIJOS CARNALES DE MARIA” ENFRENTÁNDOSE AL RECHAZO GENERAL DE TODOS LOS CRISTIANOS, AHORA TODAS LAS SECTAS HACEN LO MISMO UNA SEÑAL CLARA PARA DARNOS CUENTA QUE ANDAN MUY MAL...

¿ES MARÍA INTERCESORA ?

ES SUFICIENTE LEER EL RELATO DE LAS BODAS DE CANA, PARA DARSE CUENTA DE QUE MARÍA ES INTERCESORA DELANTE DE JESÚS EN NUESTRO FAVOR ! PUES QUIEN MAS CERCA DE EL QUE SU MISMA MADRE ? ( 
JN 2,1-11 )

“APARECIO EN EL CIELO UNA SEÑAL GRANDIOSA UNA MUJER VESTIDA DE SOL CON LA LUNA BAJO SUS PIES Y SOBRE SU CABEZA UNA CORONA CON DOCE ESTRELLAS” ( APOCALIPSIS 12,1 )

“ EN ADELANTE TODAS LAS GENERACIONES TE LLAMARAN 
BIENAVENTURADA PUES EL TODOPODEROSO HA HECHO MARAVILLAS EN TI ” ( LUC 1,48-49 )

LA VERDAD SOBRE LA INQUISICION





Entreviata con Beatriz Comella, Historiadora


La Inquisición fue y sigue siendo un tribunal polémico para el gran público. Los historiadores se han ocupado de esta institución de modo científico y sin prejuicios ideológicos, especialmente desde un Congreso internacional celebrado en Cuenca en 1978. Recientemente la Santa Sede ha convocado en Roma a expertos de diversos credos y nacionalidades para clarificar la actuación histórica del Santo Oficio. Sobre este argumento responde para Escritos ARVO, Beatriz Comella, autora del libro La Inquisición española (Rialp, 1988; 3ª edición en noviembre 1999).

¿CUÁNDO Y POR QUÉ NACIÓ EL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN?
El primer tribunal inquisitorial para juzgar delitos contra la fe nació en el siglo XIII. Fue fundado por el Papa Honorio III en 1220 a petición del emperador alemán Federico II Hohenstaufen, que reinaba además en el sur de Italia y Sicilia. Parece que el emperador solicitó el tribunal para mejorar su deteriorada imagen ante la Santa Sede (personalmente era amigo de musulmanes y no había cumplido con la promesa de realizar una cruzada a Tierra Santa) y pensó que era un buen modo de congraciarse con el Papa, ya que en aquella época el emperador representaba el máximo poder civil y el Papa, el religioso y, era conveniente que las relaciones entre ambos fueran al menos correctas. El romano pontífice exigió que el primer tribunal constituido en Sicilia estuviera formado por teólogos de las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos) para evitar que se desvirtuara su misión, como de hecho intentó Federico II, al utilizar el tribunal eclesiástico contra sus enemigos.

—¿Existía en el siglo XIII alguna razón de justificara la creación de ese tribunal que consideraba la herejía como delito punible?
—Conviene aclarar que los primeros teólogos cristianos de la talla de Tertuliano, San Ambrosio de Milán o San Martín de Tours sostuvieron que la religión y la violencia son incompatibles. Eran más partidarios de la doctrina evangélica que recomienda corregir y amonestar a quien dilapida el bien común de la fe. La represión violenta de la herejía es, como ha señalado Martín de la Hoz, un error teológico de gravísimas consecuencias, implicado en la íntima relación que de hecho se trabó entre el poder civil y la Iglesia en la Edad Media. La herejía pasó a ser un delito comparable al de quien atenta contra la vida del rey, es decir, de lesa majestad, castigado con la muerte en hoguera como en el siglo IV, bajo los emperadores Constantino y Teodosio.
A principios del siglo XIII aparecieron dos herejías (albigense y valdense) en el sur de Francia y norte de Italia. Atacaban algunos pilares de la moral cristiana y de la organización social de la época. Inicialmente se intentó que sus seguidores abandonaran la heterodoxia a través de la predicación pacífica encomendada a los recién fundados dominicos; después se procuró su desaparición mediante una violenta cruzada. En esas difíciles circunstancias nace el primer tribunal de la Inquisición.
—Es lógico, pues, que la Inquisición resulte una institución polémica.

—Desde luego, porque, afortunadamente, hoy sabemos que es injusto aplicar la pena capital por motivos religiosos. Los católicos de fin del siglo XX conocemos la doctrina del Concilio Vaticano II sobre la libertad religiosa, que coincide, en sus planteamientos básicos con la de muchos teólogos cristianos de los cuatro primeros siglos de nuestra era. Por este motivo, el Papa Juan Pablo II en su Carta Apostólica Tertio Milenio Adveniente (10-11-94) ha subrayado la necesidad de revisar algunos pasajes oscuros de la historia de la Iglesia para reconocer ante el mundo los errores de determinados fieles, teniendo en cuenta la unión espiritual que nos vincula con los miembros de la Iglesia de todos los tiempos.

—¿Entonces, la «leyenda negra», más que leyenda es una realidad histórica?
—Es preciso advertir que la polémica sobre la Inquisición se nutre de otra actitud muy distinta a la ya expuesta; me refiero a la ignorancia histórica, la falta de contextualización de los hechos, el desconocimiento de las mentalidades de épocas pasadas, la escasez de estudios comparativos entre la justicia civil y la inquisitorial... Todo esto contribuye a formar no sólo una polémica justificada sino una injusta leyenda negra en torno a la Inquisición.

—¿Qué hay, pues, de verdad sobre la actividad de la Inquisición, concretamente en España?
—Se formaron los primeros tribunales en 1242, a partir de un Concilio provincial de Tarragona. Dependían del obispo de la diócesis y, por regla general, su actuación fue moderada. Con la llegada de los Reyes Católicos al poder, el Santo Oficio cambió de modo notable. Isabel y Fernando consideraron que la unidad religiosa debía ser un factor clave en la unidad territorial de sus reinos. La conversión de las minorías hebrea y morisca era la condición para conseguirlo; algunos se bautizaron con convencimiento, otros no y éstos fueron perseguidos por la Inquisición.

En 1478 los Reyes Católicos consiguen del Papa Sixto IV una serie de privilegios en materia religiosa, entre ellos, el nombramiento del Inquisidor General por la monarquía y el control económico del Santo Oficio. Por otra parte, la actitud de los cristianos ante las comunidades judía y morisca en España fue muy variada a lo largo de la Historia. Había judíos asentados en España desde el final del Imperio Romano. Durante la etapa visigoda fueron tolerados y perseguidos en distintas épocas. Algunos reyes castellanos y aragoneses supieron crear condiciones de convivencia pacífica, pero el pueblo llano no miraba con buenos ojos a los hebreos prestamistas (el interés anual legal de los préstamos ascendía al 33%); además se les consideraba, de acuerdo con una actitud muy primaria, culpables de la muerte de Jesucristo. El malestar se transformó a finales del siglo XIV en revueltas y matanzas contra los judíos en el sur y levante español.

Los Reyes Católicos no sentían animadversión personal contra los hebreos (el propio rey Fernando tenía sangre judía por parte de madre) y en su corte se hallaban financieros, consejeros, médicos y artesanos hebreos. Los judíos vivían en barrios especiales (aljamas) y entregaban tributos directamente al rey a cambio de protección. El deseo de unión religiosa y de evitar matanzas populares impulsaron a los Reyes a decretar la expulsión de los judíos españoles (unos 110.000) en marzo de 1492. La alternativa era recibir el bautismo o abandonar los reinos, aunque se preveían consecuencias económicas negativas en los territorios españoles. Sólo unos 10.000 hebreos se adhirieron a la fe cristiana y, entre ellos, bastantes por intereses no religiosos. Entonces surgió el criptojudaísmo, la práctica oculta de la religión de Moisés mientras se mantenía externamente el catolicismo. Contra estos falsos cristianos, como se ha dicho, actuó la Inquisición.

Respecto a los moriscos, unos 350.000 en el siglo XV, la política fue similar. Se intentó de modo más o menos adecuado su conversión tras la toma de Granada, pero al comprobar que su asimilación no era satisfactoria se procedió a la expulsión de los no conversos, tras violentos enfrentamientos, en 1609, bajo el reinado de Felipe III. Durante el siglo XVII aparece con fuerza el fenómeno social de la limpieza de sangre: para acceder a determinados cargos u oficios era necesario ser cristiano viejo, es decir, no tener sangre judía o morisca en los antepasados recientes.
—¿Qué delitos juzgaba el Tribunal de la Inquisición y cuáles eran las penas?
—Inicialmente el tribunal fue creado para frenar la heterodoxia entre los bautizados: las causas más frecuentes eran las de falsos conversos del judaísmo y mahometismo; pronto se añadió el luteranismo con focos en Sevilla y Valladolid; y el alumbradismo, movimiento pseudo-místico. También se consideraban delitos contra la fe, la blasfemia, en la medida que podía reflejar la heterodoxia, y la brujería, como subproducto de religiosidad. Además, se perseguían delitos de carácter moral como la bigamia. Con el tiempo se introdujo el delito de resistencia al Santo Oficio, que trataba de garantizar el trabajo del tribunal.
La pena de muerte en hoguera se aplicaba a hereje contumaz no arrepentido. El resto de los delitos se pagaban con excomunión, confiscación de bienes, multas, cárcel, oraciones y limosnas penitenciales. Las sentencias eran leídas y ejecutadas en público en los denominados autos de fe, instrumento inquisitorial para el control religioso de la población.
Desde el siglo XIII, la Iglesia admitió el uso de la tortura para conseguir la confesión y arrepentimiento de los reos. No hay que olvidar que el tormento era utilizado también en los tribunales civiles; en el de la Inquisición se le dio otra finalidad: el acusado confeso arrepentido tras la tortura se libraba de la muerte, algo que no ocurría en la justicia civil. Las torturas eran terribles sufrimientos físicos que no llegaban a mutilar o matar al acusado.
—Una figura inevitable en la polémica sobre la Inquisición es Torquemada. ¿Es tan fiero el león como lo pintan? ¿Qué hubo en los juicios contra Carranza y Antonio Pérez?
—Fray Tomás de Torquemada fue Inquisidor General entre 1485 y 1496. Gozó de la confianza de los Reyes Católicos. Lo cierto es que no existe todavía una biografía definitiva sobre este importante personaje. Desde luego sentía animadversión hacia los judíos e influyó decisivamente en el decreto de expulsión de 1492, sin embargo no era sanguinario, como cierta leyenda injustificada pretende hacernos creer, aunque sí es obvio que presidió el tribunal en años de intensa actividad . No obstante, redactó una serie de normas y leyes para garantizar el buen funcionamientos del tribunal y evitar abusos.
Carranza era arzobispo de Toledo y Primado de España. Fue acusado injustamente de luteranismo y condenado a la pena capital por la inquisición española; por tratarse de un prelado, la causa se inició con el permiso de Roma y fue revisada por el Papa que no vio motivos proporcionados para tal veredicto. Aunque éste no llegó a aplicarse, Felipe II destituyó a Carranza para subrayar la autonomía del tribunal español respecto a la Santa Sede. Antonio Pérez era secretario del rey y fue acusado de asesinato; como consiguió huir de la justicia de Castilla, la Inquisición le imputó de ciertos cargos para poder detenerlo. El reo salió de España y dio a conocer su caso en las cortes de Francia e Inglaterra. Es un claro ejemplo de utilización política del tribunal por parte del rey, que supo airear oportunamente su antiguo secretario. Por otra parte, los casos de Carranza y Pérez ponen de relieve algo característico del Tribunal de la Inquisición: su poder no hacía distinciones a la hora de acusar a prelados, cortesanos , nobles o ministros; fue, en ese sentido, un tribunal democrático con una jurisdicción sólo inferior a la del Papa.
—¿Cuál fue la actitud del Santo Oficio español ante la brujería?
—En España hubo pocos casos de brujería en comparación al resto de Europa. Fue un fenómeno más destacado entre la población bautizada de los territorios americanos, por el apego a sus ritos y tradiciones seculares. En la Península fueron desgraciadamente famosas las brujas de Zugarramurdi (Navarra) condenadas en 1610. Desde entonces se tuvo en cuenta la acertada observación de un inquisidor, para quien cuanto menos se hablara de ellas, menos casos habría; la Inquisición prefirió considerarlas personas alucinadas o enfermas.
—Otra cuestión espinosa que suscita la Inquisición es el número de víctimas ¿es posible saber cuántas fueron?
La Inquisición tuvo una larga vida en España: se instauró en 1242 y no fue abolida formalmente hasta 1834 durante la regencia de María Cristina. Sin embargo, su actuación más intensa se registra entre 1478 y 1700, es decir, durante el gobierno de los Reyes Católicos y los Austrias. En cierto sentido no se puede calcular el número de personas afectadas por la Inquisición: la migración forzosa de millares de judíos y moriscos; la deshonra familiar que comportaba una acusación del tribunal durante varias generaciones; la obsesión colectiva por la limpieza de sangre, lo hacen imposible.
Respecto al número de ajusticiados no hay datos definitivos porque hasta ahora no se han podido estudiar todas las causas conservadas en archivos. Aunque parciales, son más próximos a la realidad los estudios realizados por los profesores Heningsen y Contreras sobre 50.000 causas abiertas entre 1540 y 1700: concluyen que fueron quemadas 1.346 personas, el 1,9% de los juzgados. Es posible, aunque la cifra no sea definitiva, que los ajusticiados a lo largo de la historia del tribunal fueran unos 5.000. Afortunadamente, el cristianismo, a diferencia de las ideologías, tiene siempre una doctrina buena, cierta y definitiva que le permite rectificar los errores prácticos en los que pueden incurrir algunos de sus miembros: el Evangelio.

ESTA PROHIBIDO HACERSE IMAGENES Y VENERARLAS?






A diario nos encontramos con hermanos protestantes y en ocasiones con mismos católicos confundidos que acusan a la Iglesia Católica de idolatría porque tenemos imágenes sagradas. La respuesta es clara: nosotros no ADORAMOS las imágenes sino que las VENERAMOS.

Lo primero que tenemos que dejar claro son los términos. Para el que no entiende de etimología sería lo mismo ADORAR que VENERAR?

Pues si mis hermanos protestantes no saben la diferencia, yo se lo vaya decir; ADORAR es rendirle culto de poder divino a alguien o a algo. Mientras que VENERAR es rendirle respeto a alguien o a algo. Entonces, si un protestante salido de tal ignorancia etimológica sabe distinguir entre ADORAR y VENERAR pero continúa en su afán de acusar a los católicos de idolatría, entonces el que permanece en pecado contra Dios y el prójimo es él. Pues está levantando un falso testimonio, que es el 8vo mandamiento. Pues yo no puedo acusar a nadie de algo que no hace y mucho menos cuando se trata de actos internos de la mente y el corazón. Por ejemplo: El acusar a alguien de que odia o no odia. De igual manera decir que uno adora o venera es un acto interno de la voluntad y del entendimiento que nadie puede ver para poder juzgar. A este respecto nos dice el apóstol Santiago 4,11-13:

"Hermanos, no hablen mal unos de otros. El que habla mal de un hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Solamente hay uno que ha dado la ley y al mismo tiempo es su juez, y es aquel que puede salvar o condenar; pero tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? También nos dice 1 Samuel 16, 7: "No se trata de lo que el hombre ve; pues el hombre se fija en las apariencias, pero Dios se fija en el corazón".

Otro de los errores de los protestantes es la interpretación literal de las Sagradas Escrituras. No se puede interpretar un texto fuera del contexto, aisladamente, sino en medio del contexto del Libro Sagrado. Sabemos, por medio de la Sagradas Escritura, que el pueblo de Israel estuvo asediado por pueblos idolatras y sobre todo en Egipto. De ahí que constantemente encontremos citas en la Biblia donde Dios advierte y prohíbe la Idolatría que consistía en darle poder divino a lo que no era Dios y por lo mismo a hacerse imágenes de esos ídolos. Les daré algunas citas utilizadas por los hermanos protestantes para sus ataques: Dt 4,15-16; Jr 10,1ss. ;Is 44,1ss;Ex 20,4ss; Sal 135,15-18; Dt 7,25; 2 Re 18,4.

Uno de los más citados es Ex 20,4-5. "No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni le rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios..."

Si tomamos este pasaje fuera del contexto y lo confrontamos con los siguientes, donde Dios mismo manda fabricar, esculpir y bordar imágenes, entonces tendríamos que decir que Dios se contradice: Ex 25,18,.. harás dos querubines...; x 26,31...bordarás en él unos querubines...; Num 21, 8-9...Hazte una serpiente de bronce...; Jue 17,4-6; 18,30 31...la madre de Miqueas manda fundir una imagen de Yahveh y éste la coloca en la casa de Dios...; 1 Re 6,23-29...Salomón hizo dos querubines para el templo...; 7,23...Salomón hizo un mar...; 7,25... bueyes...; 7,29...hizo leones...;Ez 41,17-21 (visión del templo futuro) había querubines y palmeras...

Así después que Salomón construye el templo y lo embellece con las imágenes de lo que “hay arriba en el cielo (querubines); “abajo en la tierra”(bueyes, leones, palmeras y el mar), Dios lo consagra; 1 Re 9, 1-3: “He santificado esta casa que me has construido...” Y no solamente la consagra si no que se complace con la vista y el corazón. Y ahora le pregunto yo a mis hermanos protestantes que ignoran todo esto: ¿Dios es idólatra al complacerse en las imágenes de su creación? ¿Salomón es idólatra por haberlas construido? Entonces si Yahveh santifica el templo y fija en él su mirada y su corazón, es que no es lo mismo venerar = rendirle respeto, que adorar = rendirle poder y culto divino, Dios no condena las imágenes sino la idolatría.

Dios por medio de su palabra nos: hace ver que se pueden tener imágenes pero ídolos no. Los israelitas, portaban con gran veneración el Arca de la Alianza que no contenía a Dios, sino signos, imágenes del poder de Dios: el maná, la vara de Moisés y las tablas de la ley. Dios no tenía necesidad de lo material para manifestar su poder, mas lo real y cierto es que utilizaba esos medios sensibles y palpables para manifestarse. Así aconteció con la serpiente de bronce Sb 16,5-7: ... "pero les diste una señal de salvación para que recordaran los mandatos de tu ley. Quien se volvía hacia aquella señal, se salvaba, no en virtud de la señal misma que veía, sino gracias a ti, Salvador de todos". En este texto encontramos perfectamente el significado da las imágenes: es una señal de salvación, que nos recuerda los mandamientos y al Dios mismo que es quien nos salva.

Jesús mismo se hace eco de esta realidad citando el episodio de Jn 3,14: “Así como moisés levantó la serpiente en el desierto tienen que ser levantado el Hijo del Hombre...” De manera que si Jesús cita el episodio de la serpiente nos esta queriendo decir que mirar y venerar una imagen no es idolatría. De la misma manera Cristo sobre la cruz será la atracción para todas las generaciones perpetuamente. Por eso nosotros, sabiendo que Cristo está glorioso y reinando, veneramos el misterio de nuestra redención en el madero de la cruz por el que fuimos salvados.

Siguiendo ahora con el Nuevo Testamento vemos que en Mt 9, 20-22 la mujer es sanada al tocar el manto de Jesús. Cuando Jesús se vuelve no la regaña por tocar el manto, la elogia por tener fe, no en el manto que veneró, sino en el dueño del manto que es el Señor mismo. En Mc 12, 15-17 nos refiere una moneda con una imagen del Cesar, y Jesús no acusa de idolatría por llevar esa imagen. Si tener una imagen fuera idolatría entonces les pediría a mis hermanos protestantes que me entreguen todo su dinero, porque tanto las monedas como los billetes tienen la imagen de unos de los presidentes de los Estados Unidos, un águila, etc.

Otro episodio interesante es con Pablo en Hch 19,11-12: "Y Dios hacía grandes milagros por medio de Pablo, tanto que hasta los pañuelos y las ropas que habían sido tocados por su cuerpo eran llevados a los enfermos y éstos se curaban de sus enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos". Aquí se asemeja a Pablo la fama del poder de Jesús con la mujer que toco el borde del manto. Los enfermos y posesos eran sanados por el contacto con los pañuelos y delantales de Pablo. No podemos decir que se adoran, mas bien eran venerados por pertenecer a Pablo que era objeto de la santidad de Dios en Cristo Jesús. Lo mismo acure en Hch 5,15-16: "Y sacaban los enfermos a las calles, poniéndolos en camas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudía mucha gente trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros; y todos eran sanados". La veneración de la santidad de Pedro no puede ser identificada con adoración.

Concluimos diciendo, que la Iglesia Católica no ha enseñado nunca que hay que adorar imágenes, sino venerarlas. Ya en el siglo I de la vida cristiana se encuentran en las catacumbas de Roma imágenes como la de Cristo Buen Pastor con una oveja sobre sus hombros y de una mujer con los brazos levantados en oración, que es María. Nosotros adoramos solo a Dios. Dios realiza los milagros por medio de personas, objetos y símbolos: El Arca de la Alianza, la vara de Moisés y Aarón, la serpiente, el manto de Elías, el manto del Señor, la sombra de Pedro, los pañuelos de Pablo etc. Detrás de todos, personas y objetos está el poder inconfundible de Dios.

HERMANO ¡NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERA VER!

EXISTE DIOS ?




Está es una pregunta que en la época moderna tuvo un fuerte desarrollo, a tal grado que muchas de las mentes materialistas decidieron eliminarlo de su concepción ideológica, con lo cual abrieron brecha al ateísmo o sea la no- creencia en Dios. Aunque vale la pena puntualizar que ha perdido fuerza en la mente de la civilización post-moderna.¿Existe Dios?

¿Tu que crees, cual es tu respuesta a esta pregunta que no se puede ignorar y que quieras o no resuena en tu mente? Quizá lo tengas definido, quizá tienes duda. Pero tal vez en más de alguna ocasión te has preguntado... ¿Ralamente existe Dios? Generalmente en nuestra sociedad se ha dicho que Él existe, nuestras familias en su mayoría profesan tener una creencia de Dios. Pero aunque durante mucho tiempo ha sido este el concepto de nuestra cultura, hoy nos hemos mezclado con otras culturas sin salir de nuestra tierra. Han sido los medios de comunicación los que han jugado un papel muy importante en esta mezcla de culturas, principios, moral, ética y creencias. Somos bombardeados por el materialismo y más aun el post-modernismo en la radio, la televisión y ahora uno más (Que por cierto ya lleva algunos años en nuestro medio y que se ha desarrollado asombrosamente, pues hasta en los pequeños pueblos e incluso en aldeas lo encontramos), la Internet. Cabe entonces hacer nuevamente la pregunta ¿Existe Dios?, y debes de iniciar dándote la respuesta a ti mismo, para luego confesarlo con tus palabras y tus hechos. No hay lugar intermedio o crees en Dios o No.¿Es la vida un sueño, es la realidad que yo decido creer? O ¿Qué es?

Algunos han dicho no importa si existe Dios o no, al fin la vida es un sueño pero si la vida es un sueño, ¿sería posible estar soñando todos la misma cosa?; ¿podríamos tener todos un sueño donde la realidad es la misma? No, si fuese un sueño ustedes por ejemplo no tendrían percepción de la misma realidad, la realidad de que yo este frente a ustedes discutiendo (que dicho sea de paso para algunos es un absurdo porque no existe Dios o porque quizá ¿a quién le importa?), si Dios existe o no.

Necesito a tres de ustedes acá, muy bien, tengo en la mesa varias gafas que tienen vidrios de diferente color. Quiero que tomen cualquiera de esas gafas y que se las pongan ¿cómo perciben todo acá adentro?, ahora cambien de gafas. Muy bien es de otro color este lugar con cada gafa verdad… Gracias siéntense.

"La vida es del color del cristal con que miras", se ha dicho y en cierta forma es cierto. Ponte gafas oscuras y veras la vida oscura, usa gafas amarillas y veras tu vida amarilla, ponte gafas rosa y tendrás una vida en rosa. Es cierto tu realidad es como la quieres ver pero no es la verdadera realidad, veras tal como es si no tienes puestas ningunas gafas, pues estas distorsionaran o cambiaran la realidad. Estas gafas en tu vida podrán ser prejuicios o ideologías de hombres. Muchas personas no creen la existencia de Dios porque no lo quieren ver, porque no lo quieren escuchar y porque no lo quieren palpar pero, ¿será verdadera la inexistencia de Dios? Si esto fuera cierto dime ¿porqué la insistencia del ateísmo de comprobar que Él no existe?, pues si algo realmente no existe ¿para que preocuparte en (siquiera una vez) comprobar que no existe?¿Qué dice la ciencia?

Tal vez ahora mismo lo estés pensando, "la ciencia no ha comprobado la existencia de Dios", o "ninguna prueba científica dice que Dios existe". Ahora bien, la ciencia no puede medir a Dios como algunos han querido hacer, ¿porqué?, porque Dios es espíritu. Déjame hacer otra afirmación, la ciencia no puede encontrar a Dios ni mucho menos explorarlo. Si pudiera, Él ya no sería Dios o quien lo explora sería un dios. Pues bien, la ciencia misma no contradice la existencia de Dios, por el contrario parece que siempre apunta, en todos su eventos, hacia un Ser Supremo.


¿Qué hay de la creación?Bueno, será para algunos una mera casualidad, como suelen recitar muchas instituciones académicas, que tienen como fundamente un claro materialismo. ¿Será mera casualidad el orden de los planetas, estrellas, galaxias o el universo?, ¿Será mera casualidad el orden las especies, de flora y fauna?, ¿Será mera casualidad el orden de los elementos en la tierra, el agua o en la naturaleza? o ¿Quizá sea mera casualidad que la raza humana coordine sus pensamientos y acciones, que su organismo trabaje en orden, que sus cinco sentidos puedan percibir de forma ordenada la realidad en la que viven y que millones de millones de células trabajen ordenadamente para el perfecto funcionamiento del mismo?, no creo en esa mera casualidad.

Si no existiera Dios sería entonces nuestra realidad millones de casualidades en cadena, la misma naturaleza tendría una coordinación por pura casualidad.

¿Ven este paquete de naipes que tengo sobre la mesa?, están totalmente ordenados, ¿Quiere alguien venir y comprobarlo? Bien ahora tómalos y lánzalos para arriba. (Doy tiempo que caigan todos los naipes y pregunto). ¿Tienen el orden que tenían al principio?, ¡No! La probabilidad que volviesen por si solos a su orden es de una en el infinito, es imposible. Como no tiene sentido que esperemos que por si mismos los naipes tomen su orden luego de lanzarlos para arriba, tampoco tiene sentido creer en la teoría que la creación es una mera casualidad. Tuvo que existir un Ser Supremo que crease esta maravilla que percibimos y en la que accionamos.¿Qué se necesita para negar la existencia de Dios?

Para negar que Dios exista es imperativo el comprobar que Él no se encuentra en ningún punto del universo, ni más allá. Si queremos afirmar la inexistencia de Dios debemos de conocer todo... ¿Será esto posible?
Se que al decirte que tengo argumentos de que Dios existe, quizá esperes que te presente pruebas maravillosas o sobrenaturales o quizá pienses: vamos a ver a Dios esta mañana. Pero no quiero ser triunfalista tampoco quiero desilusionarte al decirte que parte de esas pruebas es parte de lo que hemos estado hablando este día.


La primera es el origen del universo. La creación del universo y el principio de la vida sobre la tierra fueron acontecimientos únicos. La ciencia no podrá demostrar jamás como ocurrieron, ya que exige experimentos repetidos y evidencia empírica observable. Sin embargo, muchos creen que los científicos tienen la última palabra sobre cómo apareció el universo. Es más, muchos creen que la ciencia ha demostrado que la creación bíblica nunca ocurrió. La teoría del creacionismo, en contra de lo que comúnmente se cree, encaja con los descubrimientos científicos actuales. Los científicos la llaman la primera ley de la termodinámica. Esta ley se basa en que la materia se puede convertir energía, así como el calor que resulta al quemar un tronco. Entonces no se puede crear energía o materia de la nada. Nuestro universo es materia y energía, ¿de donde salieron? A pesar de su sus esfuerzos ningún científico ha encontrado la respuesta. Por lo tanto la creación es la única teoría verosímil que alguien ha podio ofrecer. Por siglos los científicos habían dicho que el universo es eterno, esta ley lo descarta. Fue Albert Einstein quien descubrió la teoría de la relatividad, esta teoría demuestra que el universo esta en movimiento desde un comienzo. Aun cuando no le gustaba a Einstein (por ser ateo), su propio descubrimiento lo llevo a admitir que el universo tuvo un inicio. Ahora bien, si hay un origen, ¿acaso debería haber un originador?

La segunda prueba es el origen y orden de la naturaleza también le podemos llamar la prueba teleológica. Esta va muy ligada a la anterior, por mucho tiempo los científicos han afirmado fuertemente el Big-bang o como diríamos en español la Gran Explosión. Esta afirma que todo lo que hay en el universo es causa de una gran explosión, lo cual dio el origen de todo en el universo y el orden de todo lo que en él observamos. Uno de los más notables eruditos sobre el cosmos, Stephen Hawking, admite que esta teoría ni siquiera trata de contestar a la pregunta de dónde venimos tanto nosotros como el resto del universo. Realmente esta teoría tiene sus lagunas o fallas pues de una explosión ¿Qué resulta, un orden sistemático como el que vemos en la tierra y universo? O ¿destrucción y caos? ¿Recuerdan los naipes? No tomaron el orden que tenían luego de lanzarlos al aire. Eso es lo que plantea dicha teoría, la vida ordenada que vemos hoy día fue el resultado de una Gran Explosión. ¿Por qué existe orden y leyes que ordenen un universo que por casualidad apareciera del caos? O ¿es que quizá hubo un diseñador? Una inteligencia con propósito es responsable del orden de la naturaleza y el universo.
"¿Puedes ver estos dos insectos en el frasco?, sí, si son abejas. Te diré algo de ellas que quizá te sorprenda. Por muchos años los hombres las han observado con una mezcla de temor y asombro puros. Este pequeño insecto tiene una sabiduría y una habilidad prodigiosa y misteriosa que le permite realizar algunos de los más complicados procesos de manufactura conocidos en el mundo de hoy. De las flores la abeja extrae un fluido llamado néctar. Y mediante un proceso secreto lo manufactura en una miel deliciosa para nuestro deleite. A propósito ¿Sabías que este es el único insecto domesticado entre más de seiscientos mil? La abeja es una trabajadora que da miedo. El trabajo para hacer una sola libra de miel incluye cincuenta mil viajes de ida y regreso de las flores a la colmena. Y para recoger una libra de miel, aun donde las flores son abundantes, se requiere un total de vuelo de no menos de 80,000 kms. Esto viene a ser igual a dos viajes alrededor del mundo. ¡Por una libra de miel! Pero a la abeja poco le importa. Las alas de la abeja son tremendamente eficientes, y como sucede con toda la creación, están bellamente diseñadas. El ala delantera más grande tienen un lomo en su borde trasero, pueden acercarse a verlo si quieren, de manera que al ir volando la abeja engancha cada par para formar dos alas únicas, a fin de obtener más velocidad y poder.

La abeja es útil no solamente por su líquido de oro, sino que hace también cera de abejas. La abeja toma esta cera hecha en alguna manera del polen de las flores, y fabrica un panal. Ahora el panal es perfectamente una maravillosa serie de celdillas hexagonales que exhibe verdadera habilidad de ingeniería, vean este pequeño trozo que traje, ¿les parece casualidad que todos tengan la misma medida? Cómo es que las abejas lo hacen, parece que realmente, nadie lo sabe. No parece haber ningún jefe de ingeniería impartiendo órdenes, pero todas las obreras van derecho a la tarea y muy pronto el panal se ve provisto de hileras de estas celdillas hexagonales. Y más de 1,000 abejitas deben nacer diariamente en una colmena mediana para reponer a las que mueren, ya que la abeja vive únicamente unos 35 días. La respuesta al conocimiento de la abeja es: todo es casualidad o ¿Será que hay un Diseñador sabio y amoroso?"


La moral del hombre es también una cuestión que no podemos ignorar, dentro de sí el hombre en mayor o menor medida es un ser moral. Por ejemplo que decir del robo o del asesinato, a ningún ser de sobre la tierra le parece correcto que le roben o que le quiten la vida a otro por antojo. A todo ser humano le parece correcto que le respeten como individuo, todos queremos tener nuestro espacio, nuestra vida privada. (Aunque en algunas ocasiones lo reclamamos solo para nosotros pero no lo mostramos para otros). La conciencia y emociones existe en cierto grado en cada individuo, y no creo que la simple materia sea la causa de la moral. Realmente esto no prueba la existencia de Dios; pero son muestra que un Gran Ser dotó de esta naturaleza a los hombres, confirmando una verdad que ya es conocida con intuición. ¡Hay un Creador! Entonces tenemos un origen santo.
Algunos otros argumentos podrían ser:


La Razón

La Intuición

La Revelación


¿Es razonable la fe en Dios?

Luego de lo que hemos dicho, hay tres cosas que hacen necesaria la existencia de Dios:


Poder Creador – Origen del Universo

Inteligencia Diseñadora – Orden de la naturaleza

Origen Santo – Sentimientos morales
Pero dejaremos claro que la creencia de que Dios existe esta sujeta a la fe, pues no le vemos. La fe es un presentimiento intuitivo (Hebreos cap. 11), ésta es un imperativo y no tan solo digna de confianza, todo se puede probar (por ejemplo el microscopio o el telescopio), menos la fe pues esto es algo inherente, interno e intangible en el ser humano. Debemos de estar concientes también que la experimentación científica tiene distinta finalidad que la interpretación bíblica. Veamos como se relata la creación en el Génesis (leemos secciones del Génesis), vemos como hay un Creador y Diseñador de todo. Probablemente digas tener dificultad de creerlo, hay algunos que argumentan que es una leyenda pues toda cultura tiene una leyenda de la creación. Por ejemplo nosotros tenemos el Popol-Vuh en Guatemala, imagino que lo han leído o quizá has leído otras leyendas a cerca de la creación, pero como habrás notado ningún relato se apega a la ciencia, solamente el Génesis, es cierto, la ciencia confirma el relato de la creación.

Quizá me digas: No creo que la Biblia sea veraz. Permíteme darte algunos argumentos al respecto:


Describe los pecados y fallos de los héroes bíblicos con toda franqueza

Sus autores fueron acreditados por Dios con señales y milagros por ejemplo la profecía

Fue preservada con relatos escritos y copiados con cuidado

Está unida en propósito a pesar de todos sus escritores y épocas

Cristo es la Revelación Suprema

Los Milagros

La Profecía o sea la predicción de los sucesos futuros

Casi todos sus relatos han tenido prueba histórica, la arqueología a contribuido mucho a ello.

QUE ES LA TRADICION APOSTOLICA ?




A menudo los hermanos evangélicos, discutiendo con nosotros los católicos, nos dicen: «¿Dónde habla la Biblia del purgatorio? ¿Dónde dice la Biblia que San Pedro fue a Roma? ¿De dónde sacan ustedes los católicos eso de que María es la Inmaculada Concepción y que subió al cielo en cuerpo y alma?».

Para los evangélicos, la Revelación Divina y la Biblia son lo mismo. Es decir, para ellos solamente en la Biblia se encuentra toda la Revelación de Dios.

Ahora bien: ¿Es correcta esta posición? ¿Es cierto que la Biblia contiene todo el Evangelio de Cristo? ¿Qué dice la misma Biblia al respecto? Además, ¿quién reunió todos los libros inspirados que constituyen la Biblia? ¿Acaso no fue la Iglesia la que recibió el encargo de predicar el Evangelio por todo el mundo, hasta el fin de los tiempos? ¿Qué hubo primero: la Biblia o la Iglesia?

Hermanos, en esta carta les explicaré por qué la Revelación Divina no abarca solamente la Biblia, como piensan los evangélicos, sino que la Revelación de Dios se manifiesta en la Tradición Apostólica y en la Biblia. Es un tema un poco difícil, pero fundamental para la comprensión correcta de la fe católica. Es un tema que ha sido causa de muchos malos entendidos entre la Iglesia Católica y las distintas iglesias evangélicas.

La Revelación Divina

La Revelación es la manifestación de Dios y de su voluntad acerca de nuestra salvación. Viene de la palabra «revelar», que quiere decir «quitar el velo», o «descubrir».
Dios se reveló de dos maneras:

La Revelación natural, o revelación mediante las cosas creadas.

Dice el apóstol Pablo: «Todo aquello que podemos conocer de Dios El mismo se lo manifestó. Pues, si bien a El no lo podemos ver, lo contemplamos, por lo menos, a través de sus obras, puesto que El hizo el mundo, y por sus obras entendemos que El es eterno y poderoso, y que es Dios» (Rom 1,19-20).

La Revelación sobrenatural o divina

Desde un principio Dios empezó también a revelarse a través de un contacto más directo con los hombres, mediante los antiguos profetas y de una manera perfecta y definitiva en la persona de Cristo Jesús, el Hijo de Dios. «En diversas ocasiones y bajo diferentes formas, Dios habló a nuestros padres, por medio de los profetas, hasta que, en estos días que son los últimos, nos habló a nosotros por medio de su Hijo» (Heb.1,1-2). Jesús nos reveló a Dios mediante sus palabras y obras, sus signos y milagros; sobre todo mediante su muerte y su gloriosa resurrección y con el envío del Espíritu Santo sobre su Iglesia. Todo lo que Jesús hizo y enseñó se llama «Evangelio», es decir, «Buena noticia de la Salvación».

¿Cómo fue transmitida la Revelación Divina?

Para llevar el Evangelio por todo el mundo, Jesús encargó a los apóstoles y a sus sucesores, como pastores de la Iglesia que El fundó personalmente:

«Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo» (Mt. 28,18-20).

Aquí notamos cómo Jesús ordenó «predicar» y «proclamar» su Evangelio. Y de hecho los Apóstoles «predicaron» la Buena Nueva de Cristo. Años después algunos de ellos pusieron por escrito esta predicación. Es decir, al comienzo la Iglesia se preocupó de predicar el Evangelio. Por supuesto el Evangelio que Jesús entregó a los Apóstoles no estaba escrito. Jesús no escribió nunca una carta a sus Apóstoles; su enseñanza era solamente oral. Así lo hicieron también los Apóstoles.

La Tradición Apostólica

Este mensaje escuchado por boca de Jesús, vivido, meditado y transmitido oralmente por los Apóstoles, se llama «la Tradición Apostólica».

Cuando aquí hablamos de la Tradición» (con mayúscula), nos referimos siempre a la «Tradición Apostólica». No debemos confundir «la Tradición Apostólica» con la «tradición» que en general se refiere a costumbres, ideas, modos de vivir de un pueblo y que una generación recibe de las anteriores. Una tradición de este tipo es puramente humana y puede ser abandonada cuando se considera inútil. Así Jesús mismo rechazó ciertas tradiciones del pueblo judío: «Ustedes incluso dispensan del mandamiento de Dios para mantener la tradición de los hombres» (Mc.7,8).

La Tradición Apostólica se refiere a la transmisión del Evangelio de Jesús. Jesús, además de enseñar a sus apóstoles con discursos y ejemplos, les enseñó una manera de orar, de actuar y de convivir. Estas eran las tradiciones que los apóstoles guardaban en la Iglesia. El apóstol Pablo en su carta a los Corintios se refiere a esta Tradición Apostólica: «Yo mismo recibí esta tradición que, a su vez, les he transmitido» (1 Cor. 11, 23).

Resumiendo, podemos decir que Jesús mandó «predicar», no «escribir» su Evangelio. Jesús nunca repartió una Biblia. El Señor fundó su Iglesia, asegurándole que permanecerá hasta el fin del mundo. Y la Iglesia vivió muchos años de la Tradición Apostólica, sin tener los libros sagrados del Nuevo Testamento.

La Biblia

Solamente una parte de la Palabra de Dios, proclamada oralmente, fue puesta por escrito por los mismos apóstoles y otros evangelistas de su generación.

Estos escritos, inspirados por el Espíritu Santo, dan origen al Nuevo Testamento (NT), que es la parte más importante de toda la Biblia. Está claro que al escribir el NT, no se puso por escrito «todo» el Evangelio de Jesús.

«Jesús hizo muchas otras cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros», nos dice el apóstol Juan (Jn. 21,25).

La Sagrada Escritura, y especialmente el NT, es la Palabra de Dios, que nos manifiesta al Hijo en quien expresó Dios el resplandor de su gloria (Heb.1,3).

Podemos decir que sólo la parte más importante y fundamental de la Tradición Apostólica fue puesta por escrito. Por esta razón la Iglesia siempre ha tenido una veneración muy especial por las Divinas Escrituras.

Biblia y Tradición

Después de esto podemos decir que la revelación divina ha llegado hasta nosotros por la Tradición Apostólica y por la Sagrada Escritura. No debemos considerarlas como dos fuentes, sino como dos aspectos de la Revelación de Dios. El Concilio Vaticano II lo describe muy bien: «La Tradición Apostólica y la Sagrada Escritura manan de la misma fuente, se unen en un mismo caudal y corren hacia el mismo fin». La Tradición y la Escritura están unidas y ligadas, de modo que ninguna puede subsistir sin la otra.

Además, la Sagrada Escritura presenta la Tradición como base de la fe del creyente: «Todo lo que han aprendido, recibido y oído de mí, todo lo que me han visto hacer, háganlo» (Fil.4,9). «Lo que aprendiste de mí, confirmado por muchos testigos, confíalo a hombres que merezcan confianza, capaces de instruir después a otros» (2. Tim. 2,2).

«Hermanos, manténganse firmes guardando fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra y por carta» (2 Tes. 2,15).

Está claro que el Apóstol Pablo, para confirmar la fe de los cristianos, no usa solamente la Palabra de Dios escrita, sino que recuerda también de una manera muy especial la Tradición o la predicación oral.

Para el Apóstol las formas de transmisión del Evangelio: Sagrada Escritura y Tradición, tienen la misma importancia. En realidad, una vez que se escribió el NT no se consideró acabada la Tradición Apostólica, como si estuviera completa la Revelación Divina. La Biblia no dice eso; en ninguna parte está escrito que el cristiano debe someterse ¡sólo a la Biblia! Esta es una idea que surgió entre los protestantes recién en los años 1550. En la Iglesia Católica hubo siempre una conciencia clara sobre la importancia de la Tradición Apostólica, sin quitar a la Biblia el valor que tiene.

¿Sólo la Biblia?

Es un error creer que basta la Biblia para nuestra salvación. Esto nunca lo ha dicho Jesús y tampoco está escrito en la Biblia. Jesús, reitero, nunca escribió un libro sagrado, ni repartió ninguna Biblia. Lo único que hizo Jesús fue fundar su Iglesia y entregarle su Evangelio para que fuera anunciado a todos los hombres hasta el fin del mundo.

Fue dentro de la Tradición de la Iglesia donde se escribió y fue aceptado el N.T., bajo su autoridad apostólica. Además la Iglesia vivió muchos años sin el N.T., el que se terminó de escribir en el año 97 después de Cristo. Y también es la Iglesia la que, en los años 393-397, estableció el Canon o lista de los libros que contienen el N.T.

Por tanto, si aceptamos solamente la Biblia, ¿cómo sabemos cuáles son los libros inspirados? La Biblia, en efecto, no contiene ninguna lista de ellos. Fue la Tradición de la Iglesia la que nos transmitió la lista de los libros inspirados. Supongamos que se perdiera la Biblia, en ese caso la Iglesia seguiría poseyendo toda la verdad acerca de Cristo, la cual hasta la fecha ha sido transmitida fielmente por la Tradición, tal como lo hizo antes de escribir el NT.

Los evangélicos, al aceptar solamente la Biblia, están reduciendo considerablemente el conocimiento auténtico de la Revelación Divina. Guardemos esta ley de oro que nos dejó el apóstol Pablo: «Manténganse firmes guardando fielmente la Tradiciones que les enseñamos de palabra y por carta» (2 Tes. 2,15).

El Magisterio de la Iglesia

La Revelación Divina abarca la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura. Este depósito de la fe (cf. 1 Tim. 6, 20; 2 Tim. 1, 12-14) fue confiado por los Apóstoles al conjunto de la Iglesia. Ahora bien el oficio de interpretar correctamente la Palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia. Ella lo ejercita en nombre de Jesucristo. Este Magisterio, según la Tradición Apostólica, lo forman los obispos en comunión con el sucesor de Pedro que es el obispo de Roma o el Papa.

El Magisterio no está por encima de la Revelación Divina, sino que está a su servicio, para enseñar puramente lo transmitido. Por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, el Magisterio de la Iglesia lo escucha devotamente, lo guarda celosamente y lo explica fielmente.

Los fieles, recordando la Palabra de Cristo a sus apóstoles: «El que a ustedes escucha, a mí me escucha» (Lc.10, 16), reciben con docilidad las enseñanzas y directrices que sus pastores les dan de diferentes formas. El Magisterio de la Iglesia es un guía seguro en la lectura e interpretación de la Sagrada Escritura, «ya que nadie puede interpretar por sí mismo la Escritura» (2 Ped. 1, 20).

El Magisterio de la Iglesia orienta también el crecimiento en la comprensión de la fe. Gracias a la asistencia del Espíritu Santo, la comprensión de la fe puede crecer en la vida de la Iglesia cuando los fieles meditan la fe cristiana y comprenden internamente los misterios de la Iglesia. Es decir, el creyente vive la palabra de Dios en las circunstancias concretas de la historia y hace cada vez más explícito lo que estaba implícito en la Palabra de Dios.

En este sentido la Tradición divino-apostólica va creciendo, como sucede con cualquier organismo vivo.

PORQUE DEBO CONFESARME CON EL SACERDOTE ?







Porque así lo instituyó Jesucristo. "A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados" (Jn 20,23)

1. En primer lugar porque Jesús dio a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados. Esto es un dato y es la razón definitiva: la más importante. En efecto, recién resucitado, es lo primero que hace: «Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados, a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar» (
Jn 20, 22-23). Los únicos que han recibido este poder son los Apóstoles y sus sucesores. Les dio este poder precisamente para que nos perdonen los pecados a vos y a mí. Por tanto, cuando quieres que Dios te borre los pecados, sabes a quien acudir, sabes quienes han recibido de Dios ese poder.

2. Porque la Sagrada Escritura lo manda explícitamente: «Confiesen mutuamente sus pecados» (
Sant 5, 16). Esto es consecuencia de la razón anterior: te darás cuenta que perdonar o retener presupone conocer los pecados y disposiciones del penitente. Las condiciones del perdón las pone el ofendido, no el ofensor. Es Dios quién perdona y tiene poder para establecer los medios para otorgar ese perdón. De manera que no soy yo quien decide cómo conseguir el perdón, sino Dios el que decidió (hace dos mil años de esto…) a quién tengo que acudir y qué tengo que hacer para que me perdone. Entonces nos confesamos con un sacerdote por obediencia a Cristo.


Algunos dicen 'Yo me confieso con Dios directamente'; por ejemplo. los protestantes. Pero esto no basta.

Porque Jesús ha dicho a sus apóstoles: 'A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados' (
Jn 20,23). Con estas palabras autoriza y confía Jesús la práctica de la confesión sacramental a los sacerdotes. Y la historia del sacramento de la penitencia es la expresión progresiva de esta toma de conciencia en la Iglesia.

¿Por qué Cristo ha elegido esta forma de perdón? Dios se complace en actuar a través de intermediarios: así actúa en el nacimiento, la cultura, el bautismo, la educación religiosa... Haciéndose nuestro confidente, el otro -el sacerdote- nos representa 
sensiblemente al Otro -Dios- Y ese diálogo con él aviva nuestra fe.

Algunos piensan que es difícil confiarse a una tercera persona. Sin embargo, hay en el hombre un deseo innato de confiarse a alguien. A a falta de confesarse a un sacerdote, uno se confía al primero que llega. El éxito de los psiquiatras, psicólogos y consejeros de todo tipo se explica por esta necesidad (
MonsGouyon).

¿Pero no es el sacerdote también un pecador? Su absolución sigue siendo válida. 'Cuando Pedro bautiza es Jesús quien bautiza. Cuando Judas bautiza es Jesús quien bautiza' (San Agustín).


¡El que absuelve siempre es Cristo! En Él es el Padre quien acoge a su hijo y lo estrecha contra su corazón (
Lc 15,11-32).


No olvidemos la solemne advertencia de San Pablo: 'El que come el pan y bebe del cáliz del Señor indignamente, come y bebe su propia condenación' (1Co 11,27-29).